Suelo huir de las películas número 1 o que están muy de moda, la mayoría de las veces me decepcionan, pero las recomendaciones de #dontlookup me han llegado de personas que considero de gran criterio y, realmente, no decepciona.

Que estamos en manos de cuatro pirados ya lo sabemos todos y que esto va a durar lo que dure, también. Así que me voy a centrar en el retrato que muestra la película de lo que somos: Es tan real que acojona.

Nos hemos deshumanizado. Lo banal le ha ganado la batalla a lo vital.

La manipulación a la que estamos sometidos es brutal. Nos creemos antes a una pantalla que a lo que ven nuestros propios ojos. La opinión de un contacto de nuestra red social es más valiosa que la de la persona que tenemos a nuestro lado, tocamos y sentimos.
Hemos perdido el criterio, es mejor seguir a las masas aunque tengan la cabeza hueca.

Reflexionemos. Que no se nos olvide que detrás de cada @ hay una persona que ríe, llora, se enfada, que grita de alegría y de dolor y a la que podemos influir de una manera u otra, casi sin darnos cuenta. Que no se nos olvide que nosotros somos ese @ que se deja arrastrar con facilidad a ese mar de falsedad y trivialidades.